La hospitalización es un momento crucial en la vida de una persona. El estado de salud vulnerable del paciente requiere cuidados y tratamientos integrales que aseguren su recuperación. En este panorama, la figura del Dietista o Nutricionista emerge como una pieza clave. Su intervención no solo se centra en aspectos alimenticios, sino en una atención personalizada que influye de manera significativa en el proceso de mejoría de los pacientes.
Casos concretos de la intervención del Dietista en el Hospital
- Pacientes con enfermedades crónicas: Por ejemplo, una persona con diabetes tipo 2 puede requerir un ajuste en su dieta para controlar los niveles de glucosa en sangre. El dietista se encarga de elaborar un plan nutricional específico, educar al paciente sobre la importancia de su adherencia y ajustar la alimentación según la medicación prescrita.
- Pacientes oncológicos: Durante los tratamientos de quimioterapia, es común experimentar pérdida de apetito, náuseas o alteraciones en el gusto. Aquí, el papel del Dietista o Nutricionista es vital para asegurar una adecuada ingesta calórica y de nutrientes, evitando la desnutrición y fortaleciendo el sistema inmunológico.
- Cirugías de gran envergadura: Tras intervenciones quirúrgicas como un bypass gástrico o una colectomía, el sistema digestivo se ve alterado. El Dietista diseña un régimen alimenticio progresivo, que facilite la adaptación del organismo a su nueva condición, optimizando la cicatrización y minimizando complicaciones.
¿Todo paciente requiere de un Dietista en el ámbito hospitalario?
No necesariamente todos, pero sí es esencial para aquellos con enfermedades relacionadas con la alimentación, pacientes que presentan riesgos de desnutrición o aquellos sometidos a tratamientos que alteran su capacidad para alimentarse adecuadamente. Si es muy recomendable posteriormente contactar con un Dietista o Nutricionista.
¿La dieta hospitalaria es la misma para todos los pacientes?
No, la dieta es personalizada. Se basa en las necesidades específicas del paciente, su condición actual, enfermedades preexistentes, alergias, entre otros factores.
El Dietista en el ámbito hospitalario es un pilar fundamental. Su trabajo va más allá de prescribir dietas: es un agente de cambio en la recuperación de los pacientes, garantizando que su alimentación sea una herramienta de sanación y no un impedimento en su proceso. Integrados dentro de las unidades de nutrición, estos profesionales aportan valor y mejoría en la atención de todas y cada una de las diferentes patologías.