La curcumina es una sustancia extraída de la raíz de la cúrcuma longa, una planta ampliamente utilizada en la cocina india y asiática que contiene un pigmento amarillo característico conocido como curry.
Además de su uso como especia en la cocina, la medicina ayurvédica lo ha usado como un remedio natural para tratar una variedad de enfermedades gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas, depurativas y cicatrizantes.
La cúrcuma se ha utilizado para tratar dolores de garganta, inflamaciones del aparato digestivo o de la piel, quemaduras y para ayudar a curar el hígado «cargado».
La investigación científica se centra en estudiar las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la curcumina, y cómo esta puede ser una ayuda natural en la prevención de enfermedades crónicas degenerativas que tienen entre sus causas un estado inflamatorio, en particular la inflamación celular crónica de bajo grado.
Las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer, la artritis reumatoide y el síndrome metabólico son algunos ejemplos de enfermedades crónicas que pueden prevenirse gracias a la curcumina.
En conclusión, la curcumina es un antiinflamatorio y antioxidante natural que tiene muchos usos en la cocina y la medicina ayurvédica. Con su capacidad para prevenir enfermedades crónicas degenerativas, es una sustancia que deberíamos incorporar en nuestras dietas.La reacción inflamatoria es una respuesta momentánea del tejido, donde las células inmunitarias reaccionan contra los patógenos produciendo moléculas necesarias para destruir los microorganismos extraños. Sin embargo, también inflaman el tejido circundante. Una vez que la inflamación aguda ha cesado, el organismo se encarga de restablecer el equilibrio en los tejidos afectados.
En cambio, factores como el estrés persistente, la alteración de los ritmos de sueño-vigilia, el consumo de tabaco, el aumento de peso y la obesidad, un estilo de vida sedentario y una dieta desequilibrada, pueden llevar al organismo a un estado inflamatorio sistémico de bajo grado y crónico llamado inflamación crónica. Si no se tienen los cuidados adecuados, la inflamación crónica puede generar enfermedades crónicas degenerativas en el cuerpo.
Es por ello que la curcumina, un antiinflamatorio y antioxidante natural, ayuda a combatir la inflamación crónica. Ya se conocían sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias desde hace siglos. Actualmente, la ciencia ha encontrado una manera efectiva de aprovechar estas propiedades para luchar contra la inflamación aguda y crónica y prevenir la aparición de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la artritis reumatoide, el síndrome metabólico y las enfermedades cardiovasculares.
La curcumina funciona como antiinflamatorio al inhibir ciertas moléculas implicadas en el establecimiento y mantenimiento de la inflamación. Además, su acción antioxidante es más eficaz que la de la mayoría de los antioxidantes conocidos, como la vitamina E y los tocoferoles. La curcumina neutraliza el exceso de radicales libres e interrumpe la propagación de su cadena de formación. Por lo tanto, el consumo de curcumina puede ser un complemento importante para mejorar nuestra salud y prevenir enfermedades crónicas.La curcumina y su papel en la salud del hígado y del sistema gastrointestinal
La curcumina, un polifenol presente en la cúrcuma o «azafrán de las Indias», es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antitumorales. Además, se ha descubierto que esta sustancia tiene un papel protector tanto en el hígado, como en el sistema gastrointestinal.
Por un lado, la curcumina ayuda al hígado en su función de desintoxicación, lo cual es esencial para mantener el organismo libre de sustancias tóxicas. Por otro lado, esta sustancia puede reducir la inflamación en el sistema gastrointestinal, lo que puede resultar beneficioso para enfermedades como la colitis y la gastritis, además de regular la microbiota intestinal.
Cómo tomar curcumina y hábitos saludables
Es importante destacar que, aunque la curcumina puede tener efectos beneficiosos sobre la salud, la nutrición y el estilo de vida son claves para prevenir enfermedades crónicas degenerativas. Por tanto, se recomienda llevar una dieta rica en grasas saludables, vitaminas y fibras, y baja en azúcares refinados. Además, es fundamental evitar el sedentarismo y hacer más ejercicio, así como abandonar malos hábitos como el tabaco, el alcohol, el estrés crónico y la exposición excesiva al sol.
La cúrcuma en la cocina y como complemento alimenticio
La cúrcuma es una especia que se utiliza habitualmente en la cocina tradicional india, y que puede añadirse a muchos platos, como risottos, sopas, carnes y pescados. Además, el uso de especias en la cocina es recomendable para conseguir platos sabrosos sin necesidad de añadir sal.
Por otro lado, es importante destacar que la curcumina tomada como especia de cocina tiene una baja capacidad de absorción y biodisponibilidad, lo que limita sus posibles beneficios. En este sentido, puede ser útil tomarla en forma de complemento alimenticio.
Por último, se ha demostrado que la curcumina podría ralentizar la aparición de la demencia senil, por su capacidad para inhibir ciertas proteínas responsables de la degradación de las conexiones nerviosas. De esta forma, se puede prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento. Esto significa que la biodisponibilidad del principio activo es extraordinariamente alta, en parte gracias a la presencia de piperina extraída de la pimienta negra, que mejora la absorción intestinal hasta en un 2000%.
Este producto está recomendado para combatir procesos inflamatorios y estrés oxidativo en general, además de apoyar la función hepática y gastrointestinal y mejorar los trastornos del ciclo menstrual.